Día 48: Phonm Penh vestida de gris

Si de una ciudad mi mente tenía una idea totalmente errónea esta es la capital de Cambodia. Sobre las 13.30h llegaba en autobús procedente de Vietnam, y tras un largo paseo por el centro (unas cuatro horas) no he dejado de sorprenderme. Lo malo ha sido el tiempo, lluvia y viento, pero no me ha echado para atrás para aprovechar el único día que tengo en la ciudad.

El traslado ha sido bueno, aunque largo (unas 6,5h). Cierto es que mucho tiempo lo inviertes en la frontera. El autobús estaba bien y lo más curiososo ha sido, además del cambio de paisajes, montar directamente con nosotros dentro en un barco para cruzar el conocido Río Mekong.

Nada más bajar los conductores te asaltan para llevarte. En mi caso tuve que pelearme primero por mis dos dólares que me habían chuleado en la frontera al pagar el visado, ya que la gestión la hace la propia compañía (se suele pagar en dólares y yo sólo tenía euros…y en el cambio ya se sabe…). La verdad que me lo soluciona bien la chica de la empresa así que, seguidamente, trapicheo con mi colega del tuk tuk y para el hotel.

Los tuk tuk aquí son diferentes. Es una moto normal a la que se engancha el habitáculo donde te montas.

Sin perder mucho el tiempo suelto las cosas, me cojo mi mapa y a andar. Algo básico creo para conocer bien las ciudades es patearlas. Hoy el tiempo te decía “apáñate un tuk tuk que te lleve a todos los lados y quítate de problemas”. Pero así es que te pierdes muchos detalles. Y los hubo, aunque como me pasa siempre se me queda pequeño este medio para contároslo.

Lo primero que llama la atención de Phnom Penh es la estructura de sus calles, todas rectas y cortadas casi perpendicularmente. Están numeradas al estilo americano, curioso (yo no he estado allí ¡! Jeje). La ciudad está limpia y presenta avenidas con unas dimensiones importantes. Entre éstas se encuentran las calles más locales, en las cuales se repite el prototipo de mercados, tiendas y comida callejera. En las fachadas (calles principales) más visibles pues encuentras restaurantes y bares al estilo occidental. No me ha resultado para nada caótica, es más me dio la impresión de “tranquilidad” en muchas partes del recorrido. Cruzar la calle sigue siendo un problema en este país, pero bueno lo mejor es preguntarle a un policía que por dónde se cruza y el mismo te acompaña parando el tráfico para que tú pases. Buenísismo.

Un aspecto negativo quizás sea la transmisión de una cierta artificialidad, con ello me refiero por ejemplo a que los templos y monumentos no ofrecen una autenticidad tan clara como un templo en la India. Aunque la arquitectura camboyana es muy estética.

Wat (pagoda) Botum

Royal Palace (mañana voy a visitarlo)

National Museum

Entrada a Wat Ounalom (fotos siguientes los edificiones interiores)

Me crucé con una manifestación. Según me dijeron era del mismo palo que las revueltas en Tailandia

Wat Phnom (el blanco de detrás)

Phsar Thmey (central market). Se acabó el desorden. Todo bien colocadito aunque estaba medio cerrado cuando entré.

Neak Banh Teuk Park. Es un bulevar de la zona centro.

Fundador de la ciudad (aunque no recuerdo bien que ponía en el cartel)

Al fondo se puede ver el monumento a la Independencia del país (portada de esta entrada)

Por cierto aquí vas al cajero y obtienes dólares americanos. Qué puntazo de billetes (en la de películas que los he visto...). Pagas y las vueltas pequeñas si te las dan en rieles camboyanos, moneda local.

Aunque sólo van fotos de los monumentos en próximas entradas me dedicaré a aspectos sociales porque hay mucho que contar , tanto de Camboya como del resto de países en los que he estado.