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10 vuelos ha aterrizado !! GRACIAS por seguirme !! os seguiré contando más cosas !!

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lunes, 13 de enero de 2014

Días 65-66: 10vuelos aterriza...y dice G-R-A-C-I-A-S !!!!!



Como se ve en la imagen (es real !!! flípalo !!) 10vuelos ya ha aterrizado. Este es mi último relato del diario…ohhhh !!!! jeje. Aunque mi memoria es a veces torpona (Anita con lo que te he traído me vas a perdonar todos los males) la película del viaje la tengo completa en mi cabeza, así que antes de que pase más tiempo os contaré nuestros últimos dos días por tierras chinas.

Antes de partir, como no, practicamos el deporte nacional hongkonés: el shopping. No os lo había dicho antes, pero esta ciudad no es la conjunción de unas calles entre las que se mezclan zonas de uso residencial, deportivo, cultural,…esta ciudad es directamente un enorme centro comercial. Allá donde vayas encontrarás unas escaleras mecánicas con acceso a tiendas y más tiendas donde gastar Hong Kong dólares. Si estás al aire libre no te preocupes puesto que hay muchos mercados. Y gente…muuuucha gente.

Pero antes de entrar en la locura decidimos empezar el día con calma. Nos trasladamos en metro hasta la zona donde se encuentra Chi Lin Nunnery y Nan Lian Garden. Lo primero es un monasterio, compuesto por varios templos de madera que albergan figuras budistas. Es un sitio agradable y tranquilo, y que gana además por los jardines y estanques que contiene en su interior. Su visita se puede hacer en relativamente poco tiempo. Anexo a éste se encuentra el segundo de los lugares que os he mencionado, y que es un jardín muy cuidado y “muy buen puesto” que ofrece un paseo muy agradable. Para que todavía te sientas más relajado tiene hilo musical con canciones zen (creo que se llaman así). Recomendable.








La primera parada del shopping: Ladies Market y alrededores. No me cautivó este mercado, a pesar de que tenga la ventaja de poder practicar el “regateo extremo” (pagar la mitad o menos del precio inicial). Sí me gustó más Sneaker´s Street ó calle de las zapatillas. Modelos de todas las marcas difíciles, o diría imposible, encontrar aquí en España. No están regaladas, pero sí que tienen unos precios asequibles (algunos modelos).
"Agonía china" a la salida del metro.

Alrededores de Ladies Market

El mercado

Después nos fuimos a Harbour City. Como dice el nombre es una ciudad, y otro dato que os puede dar una idea de la dimensión de este lugar es que hay planos para moverte por el centro comercial. Este es el sitio de los que “manejan”, están todas las grandes firmas, así que un paseíto y para la calle. Al salir no sabíamos ni dónde estábamos, y a pesar de estar cerca de nuestro próximo destino, nos tuvimos que pedir un taxi.
Antes de entrar en Harbour City. Kowloon, barrio donde se sitúa, estaba a tope de gente.

Eran las 20.00h y empezaba el espectáculo de luces en el skyline. Esta vez la posición fue la Avenue of Stars. Dicen que este es el mejor sitio para disfrutar de este pobre show de luces. Ni me gustó el de Singapur ni mu gustó el de Hong Kong…siempre te queda el placer de observar los mastodontes de hormigón y acero llenos de luces.
Vista del skyline desde la Avenue of Stars, que igualmente estaba a reventar.


Nos faltó el paseo en barco. Pero les he cogido miedo desde el "viaje infernal".


La cena y nuestras últimas compras las hicimos en Temple Street Night Market. A mí me gustó más, quizás porque tenía más “enreos” jeje. La cena, al contrario de las opiniones de otros viajeros, cara y mala. Absolutamente rotos, nuestro siguiente destino fue el hotel. 


Al día siguiente recogimos y empezamos nuestro periplo hacia España. El primer vuelo nos llevó hasta Moscú. La idea original era hacer una escala larga para escaparnos a ver la Plaza Roja, pero el coste del visado y la falta de tiempo hicieron que la capital rusa fuera una simple parada en nuestro viaje.

Bueno, no tan simple. Aunque aterrizamos más o menos a la hora prevista, no sé quién decidió que las doce horas que llevábamos montados en el avión no eran suficientes. Así que nos tuvieron montados una hora más de un lado a otro de la terminal buscando un sitio donde bajarnos. Al final nos pararon en medio de la nada, y con -10º en el termómetro, tuvimos que salir corriendo del avión para coger un bus que nos llevara a la terminal. Una vez dentro poco espacio y mucha gente con tránfers por hacer. Es decir, muchos estábamos de paso por Moscú y teníamos que coger otro avión. A nosotros no nos quedaba mucho tiempo, y como pudimos nos saltamos colas y los inexplicables controles policiales rusos que de nuevo tuvimos que hacer. Nuestra puerta de embarque, como no, en la otra punta del aeropuerto. La última llamada, además literal, para el vuelo hacia Madrid la escuchamos nosotros. Estoy seguro que un minuto más tarde y se van. Gracias a Aeroflot por facilitar este tránsito de aviones. Ni rastro de nadie de la compañía para ayudarnos a realizar el cambio de avión en una terminal absolutamente colapsada y en la que, porque le echamos jeta, que si no, nos quedamos en tierra. Por supuesto cuando me monté en nuestro último vuelo le comenté a María que nuestras maletas no venían en este avión. Desgraciadamente acerté.

Tras cinco horas y un vuelo con unas turbulencias flipantes aterrizamos en la T1, lugar donde empecé este viaje. Tenía muchas ganas de llegar, y sentí un subidón cuando ví caras españolas hablando español. Se hecha de menos el país cuando te vas unos meses. Y más, por supuesto, a la gente que quieres.

Inicio del viaje de regreso en la parada de autobús de Hong Kong

Despegue en directo...acojonante esto de la retransmisión en directo


En el vuelo de Moscú a madrid estábamos ya hasta ....

La familia de María (y sus tíos que no están en la foto) nos recibieron en Barajas

Han sido algo más de 60 entradas en las que he intentado transmitiros a través de imágenes y  comentarios mi experiencia. Vuestra respuesta...acojonante !!!!! Estoy absolutamente agradecido y fascinado de las más de 10.700 visitas que tiene el blog en estos momentos....casi 400 comentarios (qué ilu cuando os leía) ...en serio No me lo creo !!! Sois muchos los que me apreciáis y eso estando tan lejos como estuve no sabéis lo que te llena el corazón...a todos...GRACIAS

jueves, 9 de enero de 2014

Día 64: Hong Kong desde arriba



El segundo día en la ciudad lo dedicamos a las visitas de el Big Budha en la isla de Lantaug, el barrio de El Soho en la isla de Hong Kong, y a la subida a la Peak Tower también en esta isla. No dio tiempo a más ya que estos lugares están siempre abarrotados de turistas y las colas son enormes.

Para empezar nos fuimos en metro al sitio más alejado,  la isla de Lantaug.  El Big Budha se sitúa en una zona elevada y montañosa. El acceso se puede hacer mediante autobús o teleférico. Está claro que la opción elegida fue la segunda. La cola de algo más de una hora merece la pena, aunque no por mucho. Me explico. El teleférico tiene muy buenas vistas. Punto positivo. El Big Budha impresiona más, y estoy de acuerdo con María, al verle situado en este entorno e intuyendo sus dimensiones en la distancia. De cerca pues es grande y está en un alto lo que le da espectacularidad, pero no es de las visitas que te fascinen. Punto negativo. Como suelen decir todos por aquí la visita “It depens on you!”, aunque si tienes tiempo creo que hay que hacer el esfuerzo y pasar por aquí.
Cola de acceso al teleférico



Por los cristales del teleférico no ha pasado Don Limpio



El Big Budha se asoma al fondo





Además de el Big Budha hay en la zona otros puntos de interés. En la foto se ve un templo que nosotros no visitamos debido a nuestro poco tiempo disponible.


Bastantes cansados (porque acabamos reventados) nos fuimos directamente a la isla de Hong Kong en metro. A poca distancia de la salida de la estación enganchamos con las escaleras mecánicas más largas del mundo,  que te permiten alcanzar diversas zonas. Como os habréis imaginado la isla presenta unas pendientes considerables. Nosotros nos bajamos en el Soho. Este barrio con unos bares y tiendas muy chulos a mí me resultó un tanto frío. Quizás algo disperso. Comimos en un italiano a precios de París, o sea muy caro.
Salida a las calles cubiertas de edificios muy altos de Hong Kong


En las escaleras mecánicas. No son contínuas, sino que hay tramos de acera entre tramos de escalera. María estaba indiganda con esto...

Sin mucho descanso nos fuimos andando (20 min) a la estación del tranvía que te da acceso a la Peak Tower. Esta zona es la que tiene las mejores y más famosas vistas del skyline de Hong Kong. De nuevo la cola era antológica, y a pesar de nuestros intentos de coger un bus finalmente nos tuvimos que tragar una espera de algo más de una hora. Bueno, y muchos empujones, porque los chinos son un poco-bastante agonías para entrar en los sitios. Pasar por aquí es obligado.

En el tranvía, el cual sube una cuesta muy muy grande


Desde la Peak Tower



De nuevo a la salida supercola. De nuevo entre las calles de Hong Kong nos dimos un paseo entre los impresionantes rascacielos. Al día siguiente nos esperaba la búsqueda de algo difícil de encontrar aquí: mercados y centros comerciales.



Días 62-63: "El nuevo año chino"...camino de Hong Kong

Agotados nuestros días en el sur, debíamos volver a Bangkok ya que de nuevo la capital era el punto de paso, en este caso, hacia la ciudad china de Hong Kong. La ida fue demasiado así que para la vuelta reservamos un nuevo avión. Pero no era tan sencillo. Primero catamarán rápido hasta tierra (45min), autobús hasta el aeropuerto (2h), espera  (7h) y vuelo hasta la capital (1,1h).

De nuevo grandes aglomeraciones y una sensación un tanto desagradable de aborregamiento. Repito: No venir a Tailandia en Navidad. Pero no se hizo mal del todo. Sobre las 12 de la noche (salimos a las 11.30h del Resort) llegamos a nuestro hotel en Bangkok.
La gente aquí bebe smoothies sin conocimiento

Pequeña cola para coger un taxi en Don Muang

Teníamos una mañana de transición en la que teníamos planeado visitar los monumentos que nos faltaban, pero estábamos muy cansados así que optamos por descansar algo más y salir por la zona.
De nuevo Bangkok

Después del check out a las 12.00 nos fuimos al aeropuerto. Está claro que los 10 vuelos desde mi paso por Tailandia ya no son 10, pero bueno lo vamos a dejar así (entre nosotros). Hong Kong apareció ante nosotros pasadas las 19h de la tarde.
El Rey de Tailandia está en todos sitios...y lo bueno suele ser que dependiendo del contexto urbano
así se presenta "nuestro" Rey (así le llamábamos nosotros ya) ante nosotros...
por ejemplo, a la salida de la ciudad le podías ver como despidiéndose con la mano levantada...jeje..

El sistema de transportes aquí es sencillo, así que con poca dificultad encontramos nuestro hotel en el animado barrio de Kowloon. Para que os situéis Hong Kong está formado por una península y varias islas. El hotel se sitúa, más o menos, en el extremo de esta península. Justo en frente está lo que se denomina isla de Hong Kong, y que entre otras cosas nos ofrece la estampa típica del skyline (línea de rascacielos).

La habitación al estilo local, pequeña y muy cara. Tras dejar nuestras cosas, salimos a cenar y dar nuestro primer paseo. Era tarde y la calle estaba casi vacía lo que nos rompió un poco los esquemas sobre nuestra idea de lo que era Hong Kong. Días después nuestra concepción cambiaría. Nos acercamos hasta Clock Tower desde obtendríamos nuestras primeras, e impresionantes, vistas del citado skyline.